Su amor por la ciudad que lo vio crecer nos obliga a preguntarle cual fue la razón que lo motivó a mudarse a Mar del Plata. Allí nomás nos contesta: “El amor. Sin embargo, nunca me alejé de las montañas. Mi historia comienza cuando conozco a una mujer, y bueno, a partir de eso mi vida cambia. Comencé a proyectar mi futuro acá: me casé, tuve cuatro hijos, dos varones y dos mujeres. A Mar del Plata llegué de pura casualidad. Yo no tenía idea como era está ciudad. Los Chalchas me trajeron a Mar del Plata en el año 1966, en esos entonces la ciudad era mucho más chica, tranquila, no había peligros; caminabas por la calle tranquilo sin ningún temor. Las calles eran de tierra, y nos quejábamos por el barro; ahora que hay asfalto nos quejamos de la velocidad de los automóviles. El mundo va cambiando.
Ahora esta ciudad esta súper poblada, hay casi la misma cantidad de habitantes que en la provincia de Salta. Me siento muy cómodo en esta ciudad, tengo muchas amistades. Hace poco me nombraron ciudadano ilustre, lo cual significa mucho para mí, ya que es un reconocimiento a la persona. Cada vez que vuelvo a Salta veo más barrios. Es impresionante como ha crecido. Sin embargo, sigue habiendo gente muy humilde. No la llamo pobreza porque es gente que quiere progresar, pero no puede, porque les resulta imposible mantenerse después de estar jornadas enteras trabajando en condiciones totalmente insoportables. Y, a diferencia de lo que se suele creer, al ser una zona de suma pobreza hay mucha seguridad y paz.”
¿Qué siente por el folklore?
- La música es buena para el alma, para el corazón. La música te alegra, te saca las penas. Yo viví de la música muchos años. Estuve con los Chalchaleros casi 40 años y fue lo más hermoso que me pasó en la vida, aparte de mis maravillosos hijos. El grupo tuvo experiencias hermosas. Fuimos juntos a lugares increíbles, tales como: Australia, Alemania, Estocolmo, Suecia, Estados Unidos, Bélgica, Italia, España, México, Colombia, entre muchos otros. Gracias a Dios todos los viajes los disfrute muchísimo, siempre tranquilo. Nosotros marcamos un ícono en la música folklórica. ¿Quién no conoce un tema de los Chalchaleros? No solo las provincias del Norte se ve representado por nuestra música, hemos tratado de hacer algo con lo que la gente se pueda identificar, sin importar en donde viva. Y las personas demuestran su interés con el cariño. La gente te quiere.
¿Qué clase de música escucha?
- Yo estoy mal o triste… y lo único que me alegra es la música. Todos los días me despierto y pongo un CD de los Chalcha, o de Serrat o de Jairo, o de un dúo salteño, o los Nocheros. También suelo escuchar Fredy Mercury, Phill Collins. La música me hace falta. La necesito. A todos nos gusta la música, a algunos les gustara el rock y a otros el pop, pero todos compartimos el mismo amor por la música. En mi casa hay música de todo tipo. Mis hijos son jóvenes, sus estilos son variados entonces, siempre escucho su música sin problema.
Cuando hablo de música se me hace un nudo en el pecho, porque canté y recibí amor por 40 años. Estoy muy agradecido. Mi familia siempre me entendió y apoyó. Vivo en la pureza de la música. Cantar es como respirar. Soy un hombre feliz, agradecido de lo que tuve y de lo que tengo. Vivo en la pureza de la música.
¿Qué fueron Los Chalchaleros?
- No va a haber nadie que cante parecido a nosotros, si que imite, pero no iguales. Nosotros siempre fuimos apolíticos toda la vida. Y eso es lo que la gente más valoró de nosotros, nuestra transparencia y honestidad. Nunca nos involucramos con nadie, ni se nos puede discutir nada… de lo único que se puede discutir es mi fanatismo por Boca.
¿Dónde aprendió a tocar?
- Yo aprendí a tocar en un pueblo grande de Salta que se ubica por la Ruta 9, a treinta kilómetros de la frontera con Tucumán. Ahí nació un conjunto, donde tocaba mi hermano mayor. Yo estaba en el servicio militar. Cuando volví me llamaron para que toque el bombo, instrumento del cual no tenía idea. Mi hermano menor me enseñó a marcar el ritmo y de a poquito fui aprendiendo. Con los Chalchaleros me fui perfeccionando, ya que ensayaba casi todos los días
¿Qué sintió con el homenaje que le hicieron el 20 de marzo?
- Eso fue muy lindo. Yo presencié homenajes a otras personas en Mar del Plata y nunca me imaginé que yo seria un privilegiado. Me encanta que la gente me quiera y que me den todo el mismo cariño que yo les dí con mi música. Cada día quiero más esta ciudad y por eso me resultó importante recibir este homenaje.
Candela Castillo / Silvina Rodríguez